sábado, 30 de noviembre de 2013

Análisis de los Desafíos de la Educación Superior


RESUMEN

En este análisis abordo los desafíos que están enfrentando las Instituciones de Educación Superior (IES) para vincular su referente académico (propuesta curricular) con el referente productivo (requerimientos del mercado), desde el paradigma de la calidad educativa.


En el contexto global, se observa que el mundo ha ingresado en un período de profundas transformaciones económicas, sociales, y políticas que tienen su origen en el surgimiento de un nuevo sistema para la creación de riqueza, que depende fundamentalmente de la creación y aplicación de nuevos conocimientos. En este sentido, es evidente que la fortaleza, prosperidad, y bienestar de una nación, en una economía global del conocimiento, demandan ciudadanos altamente preparados, a través del desarrollo de un sistema robusto de educación superior. Por consiguiente, según plantea Friedman (2005), se requieren instituciones con la capacidad de descubrir nuevos conocimientos, desarrollar aplicaciones innovadoras de estos descubrimientos, y transferirlas en las plazas de mercado, a través de actividades empresariales.

Considerando que la mayoría de las universidades son esencialmente docentes, en el corto plazo, los desafíos institucionales, relativos a la creación de nuevos conocimientos y a su difusión, se ven difíciles de superar sin el establecimiento de políticas de investigación que sustenten los cambios emprendidos. Aún más, las universidades que realizan investigación también se ven enfrentadas a desafíos provenientes de las fuerzas que caracterizan a la economía global: mercados hipercompetitivos, cambios demográficos, creciente diversidad étnica y cultural, nanotecnologías[1], y calidad. Más específicamente, mercados caracterizados por el continuo flujo de conocimientos, capitales, y fuerza de trabajo, donde indefectiblemente se requerirán profesionales formados con valor agregado, con capacidad de aprender a lo largo de toda la vida y con habilidades transferibles a nuevas situaciones y contextos - capacidades que debieran constituir hoy en día una prioridad en los objetivos de calidad de las IES, en general.    

Sin embargo, en el ámbito de la educación superior, tanto a nivel nacional como internacional, se observa un serio desequilibrio entre las necesidades educativas y la capacidad de respuesta educacional. En general, las IES se encuentran con dificultades para responder a los nuevos requerimientos socioeducativos y para adaptarse a los nuevos paradigmas de aprendizajes y enfoques organizacionales. En tal sentido, cabe preguntarse, ¿cómo están reaccionando las universidades ante las nuevas exigencias socioeducativas?, ¿se hacen esfuerzos para vincular el referente académico (propuesta curricular) con el referente productivo (requerimientos del mercado)? Por cierto, muchas IES hacen ingentes esfuerzos para allegar fondos que les permitan mejorar la infraestructura, el equipamiento y los recursos para la enseñanza-aprendizaje, aunque, por otra parte, no ocurre lo mismo en materia de políticas de desarrollo y perfeccionamiento docente. 

Como es de notar, a gran escala, las inversiones en educación, demandadas por la economía global del conocimiento, están infringiendo fuertes presiones a las economías tanto de regiones desarrolladas como en vías de desarrollo. Los países de este último sector se ven superados por las necesidades educativas de estudiantes de nuevo ingreso, provenientes tanto de poblaciones de jóvenes como de adultos. Claramente, las competencias iniciales, en cada caso, son muy distintas. ¿Qué esfuerzos hacen las IES de menor tamaño, carentes de sistemas de selección estudiantil, para conocer las características de los estudiantes de nuevo ingreso? Por cierto, el conocimiento de las características relacionadas con el perfil de ingreso permiten realizar diversos ajustes curriculares e implementar un conjunto de acciones remediales, según sea el caso. 

Por su parte, en las economías desarrolladas de Europa, América, y Asia, las IES afrontan serios problemas para el financiamiento de la educación superior de una población de estudiantes cada vez más numerosa. En muchos casos, esta situación ha llevado a implementar ofertas educativas académicas transfronterizas, a diseñar más programas de postgrado, a rediseñar las metodologías de enseñanza-aprendizaje y a re-evaluar los sistemas de acreditación con la finalidad de agregar valor a los programas ofrecidos y, por tanto, de atraer a más estudiantes a sus aulas. Mirado  desde un enfoque de ajuste a la misión y los propósitos institucionales, todos estos esfuerzos les  permitirían a dichas instituciones seguir cumpliendo cualitativamente con su correspondiente proyecto académico y cuantitativamente con sus planes de crecimiento. En otras palabras, los nuevos requerimientos socioeducativos imponen a las IES un interesante desafío: crecer tanto en su dimensión horizontal (competencia por volumen) como en su dimensión vertical (competencia por prestigio). 

Dentro de este contexto global, las IES enfrentan diversos desafíos, entre los cuales se podrían citar los siguientes: 
·                     Necesidad de construir convergencia institucional de manera de relevar los aspectos de la misión, visión y propósitos institucionales;
·                     Necesidad de tener mayor participación en la educación superior para construir fuerza competitiva, es decir, masificación;
·                     Necesidad de contar con sistemas de aseguramiento de la calidad de los programas ofertados para cubrir las nuevas demandas socioeducativas;
·                     Capacidad para incrementar la calidad de la docencia y de los servicios asociados para competir en una economía controlada por el conocimiento;
·                     Necesidad de implementar adaptaciones curriculares para responder a los nuevos paradigmas de aprendizaje;
·                     Capacidad para financiar la educación superior en el contexto de las finanzas públicas para lograr mayor equidad en el ingreso;
·                     Necesidad de contar con un sistema diferenciado de educación superior para ayudar a lograr tantos los objetivos de masificación educativa como de la búsqueda de la calidad en educación;
·                     Capacidad institucional para rendir cuenta pública (accountability), particularmente en vista de la expansión y el incremento de la educación superior para satisfacer los requerimientos de una economía global del conocimiento.
En este escenario, y especialmente en el ámbito universitario, la evaluación puede considerarse como la estructura nuclear tendiente a promover el mejoramiento continuo en todos los niveles institucionales - incluyendo la docencia, la investigación y los servicios universitarios. En todos estos esfuerzos se evidencia claramente un objetivo común que apunta a asegurar la efectividad y la eficiencia de los diversos procesos. Por tanto, el aseguramiento de la calidad se ha convertido en el principal medio que las IES tienen para afrontar los nuevos escenarios educativos.

Al respecto, Brunner y Uribe (2007) precisan que la competencia es intensa pues tanto las universidades estatales como las privadas deben conseguir en el mercado sus clientes, recursos adicionales y su prestigio, puntualizando que las estrategias institucionales de crecimiento, relacionadas con cantidad de vacantes, programas, sedes y aranceles, son reguladas por las fuerzas de la oferta y la demanda.  Son precisamente estos aspectos los que permitirían regular su crecimiento y desarrollo, ya que las IES no son realidades estáticas, sino que evolucionan, en forma permanente, como resultado de la dinámica de la oferta y la demanda. 

La evidencia muestra que, en un contexto mundial de transformaciones, la educación superior necesita asumir nuevas responsabilidades sociales, pues como señalan Altbach y Peterson (2000), las presiones sociales y los requerimientos específicos del mercado laboral demandarán mayor diversificación en los programas de estudio. Esto quiere decir que se exigirán más y mejores ofertas educativas para una población estudiantil cada vez más diversa. Pero, ¿hay conciencia plena de estas necesidades?

En general, hay consenso entre los especialistas en que la educación superior debe situarse entre los recursos intelectuales y creativos más importantes existentes hoy en día para abordar los nuevos desafíos que enfrenta la sociedad – incluyendo la sustentabilidad de los recursos naturales y la provisión de servicios educativos para una población muy heterogénea y con nuevas necesidades de aprendizaje. Claramente, esto supone preparar profesionales que respondan a las necesidades del mercado, fortaleciendo, al mismo tiempo, las estructuras sociales para asegurar que las futuras generaciones experimenten una existencia de justicia, equidad, y autorrealización. 

En consecuencia, es urgente que las IES organicen sus recursos para elevar su capacidad de respuesta y satisfacer los grandes desafíos sociales de este nuevo siglo, lo cual supone desarrollar mayores capacidades transferenciales, comprometerse más socialmente e inyectar mayores recursos financieros a la educación. Al respecto, es posible distinguir dos responsabilidades fundamentales que la educación superior necesita asumir para asegurar el bienestar social actual: 

·                     Formar profesionales con las competencias necesarias para actuar con eficiencia en una economía global, crecientemente competitiva, en la cual las organizaciones empresariales buscan nuevos mercados, una producción más eficiente, y una mano de obra menos costosa; y
·                     Acercar la brecha educativa entre los estudiantes que son más aventajados – educativa, cultural, y económicamente – que aquellos que no los son.     

Según Roa (2005), la universidad, como institución autónoma y crítica, debe conocer las necesidades, los movimientos sociales, las demandas del mercado laboral y los estilos imperantes de interacción y desarrollo de contextos internacionales. En otras palabras, la universidad está llamada a adaptarse a las nuevas tendencias de la economía del conocimiento - como factor determinante del estándar de vida actual -, relevando el rol que está jugando como promotora de la transformación económica en los nuevos escenarios globales.

En consecuencia, se puede señalar que: 
·                     La educación superior es importante para las actividades de investigación, las que, a su vez, crean conocimiento;
·                     La educación superior crea capital humano, el cual afecta directamente la acumulación de conocimientos y, por consiguiente, el crecimiento de la productividad.   
Como es de notar, la idea legitimadora de la educación superior pareciera estar cambiando. Hoy resulta cada vez más evidente de que se la visualiza como un sub-sistema de la economía, considerada, según Aponte (2004), como una industria, más que como una institución social. Esto ha llevado al surgimiento de un nuevo estilo de gestión académica, creándose nuevas culturas organizacionales y prioridades profesionales. En este sentido, se estima que la influencia del medio laboral está jugando un rol clave en la reformulación de los propósitos de la educación superior de este nuevo milenio. De hecho, las universidades están enfrentando la necesidad de rediseñar o re-ajustar sus carreras y/o programas para dar respuesta a las nuevas demandas de la sociedad del conocimiento. Precisamente, una justificación para la introducción de competencias en el currículum universitario ha sido la brecha existente entre las competencias requeridas por los empleadores y aquellas desarrolladas por las universidades. 

Ante este nuevo escenario, las IES y, específicamente, el sector universitario, han venido modificando sus roles de actuación como se indica a continuación:  
·                     Han ingresado a consorcios de educación superior, a nivel regional e internacional;
·                     Se han sumado a diversas formas de educación transnacional;  Han incorporado iniciativas de aula virtual;
·                     Han creado alianzas estratégicas con la industria; y
·                     Han decidido ingresar voluntariamente a procesos de acreditación a nivel nacional, regional y/o internacional.          
Lo anterior en respuesta a la necesidad de satisfacer los requerimientos que se observan en un mercado en constante cambio. En este nuevo escenario universitario, como señalan Brunner y Uribe (2007), “es la propia concepción de universidad la que se ve desafiada por estas transformaciones” (p. 10). En efecto, es difícil imaginar que las universidades no cambien de manera significativa o quizás radical en las próximas décadas. Al respecto, Vera (2010), señala que las IES necesitan desarrollar estrategias institucionales que les permitan adaptarse mejor al mercado. Dicha adaptación podría interpretarse como la capacidad de las IES de reformular sus proyectos educativos, introduciendo enfoques de flexibilidad que les permitan construir más puentes entre el ámbito académico y el sector productivo. 

En síntesis, el contexto actual reclama una educación superior que sea capaz de desarrollar propuestas educativas dentro un horizonte de cambios sociales y económicos permanentes. En este nuevo escenario, las IES no pueden seguir sustentando carreras profesionales desde un enfoque terminal. Muy por el contrario, necesitan flexibilizar todo su quehacer institucional y crear valor en los profesionales que forman en sus aulas. Por tanto, el principal desafío para la educación superior de los próximos veinte años es ofrecer recursos intelectuales y prácticos que se adapten a un mundo cada vez más impredecible. 


LECCIONES PARA AMÉRICA LATINA

 

“Cuando planteamos grandes reformas educativas, por ejemplo, siempre involucramos a los maestros y a los alumnos, no se trata de órdenes del gobierno que los educadores tienen que acatar, son reformas que hemos preparado juntos

Anita Lehikoinen, Secretaria Permanente del Ministerio de Educación y Cultura de Finlandia.

Cuando se dieron a conocer los resultados de la primera evaluación PISA en el año 2000, el gobierno se vio inundado de visitas de delegaciones extranjeras que acudían a Finlandia para descubrir los secretos de la maravilla nórdica e implementarlos en sus propios países.
Alemania por ejemplo, azorada por sus resultados mediocres en la prueba, tomó nota del programa finlandés e introdujo reformas en su sistema.
¿Pero qué posibilidad tienen los países de América Latina, donde la educación pública está lejos de ser un orgullo, donde el sueldo de los maestros no está a la altura de sus responsabilidades y donde no existe un estado de bienestar como en algunos países europeos, de implementar un sistema educativo como el de Finlandia?
"No puedes copiar y pegar el sistema entero", le dice a BBC Mundo Andreas Schleicher, responsable de las evaluaciones PISA, "pero puedes ver cómo los finlandeses saben quién es un buen maestro, cómo los reclutan, cómo les asignan las clases o cómo se aseguran de que cada niño se beneficie de lo que le enseñan".

A los niños no se les da mucha tarea escolar para la casa.
Melgarejo también cree que se pueden importar ciertos elementos, como mejorar la selección de buenos maestros, fomentar las bibliotecas públicas -ampliamente concurridas en Finlandia- y hacer que las familias contribuyan al proceso de escolarización.
Y quizá una lección útil para América Latina sea aprender cómo Finlandia afronta los cambios en el ámbito de la educación.
"Todo se basa en la confianza mutua y en la construcción de un consenso. Cuando planteamos grandes reformas educativas, por ejemplo, siempre involucramos a los maestros y a los alumnos, no se trata de órdenes del gobierno que los educadores tienen que acatar, son reformas que hemos preparado juntos", afirma Lehikoinen.
Después esta descripción de Lehikoinen, Melgarejo y Schleicher, uno podría tender a imaginarse una clase en Finlandia como una situación idílica: un grupo de niños obedientes escuchando embelesados una clase magistral que interrumpen de tanto en tanto con una pregunta inteligente.
Nada más lejos de la realidad. Los niños hacen las mismas travesuras que en cualquier parte del mundo. Incluso, a veces, "cuando hacen las mediciones de educación es una paradoja porque aunque les va muy bien, cuando les preguntan si les gusta la escuela, siempre dicen que no. Quizá eso se deba al espíritu independiente de nuestros niños", concluye Lehikoinen

DESAFÍOS DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR EN CENTROAMERICA

Necesidades generalizadas para todos los países Cómo se verá más adelante, dentro de la diversidad de problemas identificados, hay varios de ellos que surgen inmediatamente como necesidades generalizadas para todos los países de Centroamérica y República Dominicana:

·         Papel fundamental en el desarrollo socio-económico. Necesidad de que los Sistemas de Educación Superior jueguen un papel fundamental en el desarrollo socioeconómico de sus países, que en su mayoría son muy pobres y tienen problemas urgentísimos, muchos de los cuales podrían solucionarse con una participación mucho más activa de las Instituciones de Educación Superior en la sociedad; bajos niveles de financiamiento, que repercuten negativamente en los demás aspectos de los Sistemas de Educación Superior; carencia de sistemas de información integrales para los Sistemas de Educación Superior, problema encontrado por los investigadores y que se reflejan en los diferentes estudios; y necesidad de un mejoramiento profundo de la calidad.
·         Acceso y Equidad. Los autores de los estudios han hecho énfasis en el crecimiento reciente de la matriculación estudiantil, con una base social más amplia como una fortaleza, más que en la necesidad de expandirla como una debilidad de los Sistemas de Educación Superior.
·         Mucho por hacer. El problema de inequidad en el acceso no ha sido enfatizado. Sin embargo se reconoce que hay mucho por hacer y que hay atender a los requerimientos educativos de los estudiantes más pobres. Más aún, se advierte de la necesidad de definir metas de cobertura en el corto, mediano y largo plazo. Se advierte, también, la existencia de fuertes inequidades regionales.
·         Diversificación. Se observa una fuerte necesidad de mejorar la diversificación institucional u horizontal, particularmente a través del desarrollo de un subsistema de Educación Superior no universitaria. Existe también la necesidad de definición o redefinición de los roles de las universidades y de las instituciones no universitarias.  También es evidente la necesidad de promover mayor diversificación vertical al nivel de postgrado.
·         Calidad y Relevancia. En general se observa un baja calidad en los suministros (o “inputs”) de la Educación Superior, ya sea cuando se trate de los ingresantes a las Instituciones de Educación Superior, del curriculum y prácticas pedagógicas, de los docentes, de la infraestructura o del desarrollo de investigaciones. Por otra parte, se enfatiza la necesidad de mecanismos de control de la calidad.
·         Personal Docente. El problema principal de acuerdo a los autores de los estudios es que la planta de profesores requiere mayor nivel académico, en particular a nivel de maestría y doctorado; y requiere de actualización periódica en general. Este problema se circunscribe dentro de un conjunto de problemas comunes en la gestión de recursos humanos, a saber: problemas con la selección, bajos niveles salariales, falta de motivación, falta de oportunidades de formación, capacitación y actualización, falta de incentivos al desempeño, y de evaluación. Sin embargo, no aparece como un problema importante la relativa escasez de docentes comparado con el número relativo de alumnos.
·         Desarrollo del Curriculum y Prácticas Pedagógicas. Las carreras y sus curriculums se encuentran poco actualizadas y se observa falta de relevancia o pertinencia de las mismas, falta de flexibilidad, y escasas orientaciones o especializaciones dentro de una misma carrera. Los métodos pedagógicos utilizados son inapropiados, con carencia de materiales educativos y bibliográficos que sirvan de guía al estudiante. Se sigue utilizando mucho el modelo tradicional “transmisivo, memorístico y mecánico”, en contraposición al basado en habilidades tales como análisis, síntesis, creatividad, crítica. Se destaca también la necesidad de aprender a aprender, de la importancia del cambio continuo. Los recursos de aprendizaje modernos como la televisión, el cine, las bases de datos y el son poco empleados de modo sistemático. Las tecnologías de la información y de la comunicación (TICs, incluyendo el internet) son poco utilizadas.
·         Ingresantes a las Instituciones de Educación Superior. Se destaca la dificultad de escapar a la baja calidad del sistema educativo nacionales, que producen ingresantes a la Educación Superior con bajo nivel formativo o calidad académica. Se necesita “nivelar” a dichos ingresantes, y brindar una apropiada orientación vocacional.
·         Infraestructura. Hay necesidades de equipamiento para talleres, laboratorios y equipamientos de tecnologías de la información. El problema de “masificación de los estudiantes en las aulas”, sugiere una combinación de deficiencias en la disponibilidad de aulas y de docentes.
·         Investigación. El problema general aquí es la falta de inversión, y como consecuencia las actividades de investigación y sus productos son escasos. La poca investigación existente “parte de enfoques parcializados de la realidad y de iniciativas fragmentarias”. Hay un marcado acento en la docencia con detrimento del desarrollo de la investigación; las universidades están aplicando insuficientemente su enorme potencial científico y tecnológico. Son muchos los factores que contribuyen a este problema, entre ellos, insuficiente financiamiento, la falta de una cultura científica en el país, carencia de investigadores de alto nivel en área estratégica, dispersión de políticas, escasa relevancia de la investigación en los programas de formación en los niveles de grado y posgrado.
·         Desconexión del entorno socioeconómico. Se necesita mejorar la articulación de los subsistemas de educación entre sí. Se observa una escasa relación con los sectores productivos y las políticas gubernamentales; las universidades parecen estar ausentes de los debates, análisis y proyectos relacionados con los problemas y tareas del desarrollo económico social. Además, tanto la falta de vinculación entre la Educación Superior y su entorno ambiental, cultural, económico, y social; como la falta de adecuación de políticas a la realidad nacional, produce un desequilibrio entre las demandas de la sociedad y la oferta de egresados de las universidades.
·         Sistemas de Aseguramiento de la Calidad. Un punto débil en los Sistemas de Educación Superior estudiados es la evaluación y acreditación, necesitando de sistemas de evaluación y acreditación de los programas de estudios y de las instituciones académicas. Existen problemas con la acreditación/licenciamiento de Instituciones de Educación Superior, encontrándose universidades que “en la realidad lo son sólo de nombre”, lo que sin duda confunde a los potenciales estudiantes y a sus familias. Son claras las necesidades de promover una cultura de la autoevaluación sistemática y de publicar/informar a los potenciales estudiantes sobre ofertas académicas, calidad relativa y costos de las Instituciones de Educación Superior.
·         Gobernabilidad y Gestión. Se da una escasa comunicación y coordinación entre las universidades, lo que se considera necesario para encarar los problemas comunes del Sistemas de Educación Superior. Hacia dentro del sistema se encuentra escasa diversificación y hacia fuera del mismo se observa una marcada desconexión del entorno socioeconómico o de otros sub-sistemas sociales. A nivel de sistema, los marcos u ordenamiento legales requieren ser actualizados y mejorados. A nivel de las instituciones, la gestión se caracteriza muchas veces por la rigidez y burocratización de las estructuras académico-administrativas, con necesidad de sistemas de información gerenciales, y uso de redes electrónicas de información. Además, se nota la falta de planes de desarrollo académico e institucional de largo plazo con la participación de los clientes principales de las Instituciones de Educación Superior: sociedad civil, gobierno y sector privado.
·         Gastos y financiamiento. Un grave problema es el bajo nivel de financiamiento en general, que repercute negativamente en los demás aspectos de los Sistemas de Educación Superior. Este problema se circunscribe en un problema fundamental que es el limitado monto de recursos que se asigna al sector educativo en su conjunto, del cual la parte destinada a Educación Superior es baja, aun cuando supere a otros niveles de la educación que pueden ser más prioritario.  Para agravar más la situación, el financiamiento gubernamental no sigue criterios de rendimiento y calidad de las Instituciones de Educación Superior, la efectividad del gasto es limitada y las Instituciones de Educación Superior operan con una baja eficiencia.
·         Efectividad del gasto. Faltan recursos para la inversión.
·         Eficiencia interna. La eficiencia interna de las Instituciones de Educación Superior, particularmente públicas, es baja, con altos índices de deserción y repitencia, sobre todo en los primeros años.

Referencias Bibliográficas

Altbach, Ph. y Peterson, P. (2000). Educación Superior en el Siglo XXI. Desafío Global y Respuesta Nacional. 1° Edición. Buenos Aires: Editorial Biblos.
Aponte, E. (2004). Comercialización, internacionalización y surgimiento de la “Industria” de Educación Superior” en los Estados Unidos y Puerto Rico. Documento de trabajo presentado en el Seminario Regional “La Educación Transnacional: Nuevos retos en un mundo global”. IESALC/UNESCO, Caracas, Venezuela 7- 8 de junio de 2004. Recuperado el 17 de octubre de 2010, de: http://firgoa.usc.es/drupal/files/PuertoRico.pdf
Banco Mundial (2002). Constructing Knowledge Societies: New Challenges for Tertiary Education. Washington, D.C.
Brunner, J. J. y Uribe, D. (2007). Mercados Universitarios: El Nuevo Escenario de la Educación Superior. 1° Edición. Santiago-Chile: Universidad Diego Portales.
Friedman, Th. (2005) The World is Flat. A Brief History of the Twenty. Nueva York: First Century. Ferrar, Straus and Giroux.
Malagón, L. (2005). Universidad y Sociedad. Pertinencia y Educación Superior. Primera Edición. Bogotá: Cooperativa Editorial Magisterio.
Opadaca, P. y Lobato, C. (1997). Calidad en la Universidad: Orientación y Evaluación. 1ra. Edición. Barcelona: Laertes, S. A. de Ediciones.
Roa, A. (2005). Hacia un Modelo de Aseguramiento de la Calidad en la Educación Superior en Colombia: Estándares Básicos y Acreditación de Excelencia. Recuperado el 9 de diciembre de 2010, de: http://seminario18octubre.blogspot.com/2005/09/hacia-un-modelo-de-aseguramiento-de-la.html
Tedesco, J. C. (2007). Educar en la Sociedad del Conocimiento. 6° Edición. Buenos Aires: ondo de Cultura Económica.

Vera, F. (2010). La investigación de Mercado: una Herramienta para las Instituciones Educativas Inteligentes. Recuperado el 10 de noviembre de 2010, de:http://trabajosfernandovera.blogspot.com/2010_02_01_archive.html

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